Consejos para tubelizar tu bicicleta con Tannus

La tendencia a ir tubeless en el ciclismo ha ido en aumento y cada vez más ciclistas se suman a las ventajas de esta tecnología. Si tu también estás considerando dar el salto y sumarte a ella, este artículo te interesa.

Tubelizar tu bicicleta: ¿qué significa?

Tubelizar tu MTB significa despedirse de las cámaras de aire. Este hecho conlleva ventajas significativas, entre las que podemos destacar la comodidad y una mejora del rendimiento, pero también una mayor tranquilidad. Y es que además de poder rodar con bajas presiones, te olvidarás de pellizcos y pinchazos. 

Eso sí. Si quieres ir tubeless y también proteger tu llanta de golpes y llantazos, nuestra recomendación es que, a la hora de tubelizar tu bicicleta, utilices nuestros nuevos inserts, como el TUBELESS PRO. Gracias a sus 20mm de grosor, mantendrás tus ruedas protegidas mientras ruedas a bajas presiones. 

Pásate al tubeless con estos sencillos pasos

1. Desmonta y limpia

Retira tus neumáticos y saca la cámara de aire. Después limpia a fondo el interior de la llanta. Puedes utilizar un trapo limpio y alcohol para asegurarte de que la superficie quede completamente limpia.

Consejo. No es necesario que quites por completo el neumático de la llanta. Puedes dejar uno de los laterales sobre la misma, pero asegúrate de que quede completamente limpio antes de seguir el resto de pasos.

2. Prepara el fondo de llanta

Primero coloca cinta adhesiva de doble cara. Luego pon encima el fondo de llanta, dando dos vueltas con la cinta. Asegúrate  de que el fondo de llanta cubra correctamente los agujeros de los radios y tensiona bien la cinta, así te aseguirarás de conseguir un sellado perfecto.

3. Coloca tu insert

Coloca el primer talón de tu insert Tubeless en la llanta y asegúrate de alinearlo con el orificio de la válvula. Después, coloca el segundo, asegurándote de nuevo de que tu insert quede correctamente alineado. Luego introduce el segundo lateral del neumático y termina de acomodarlo por completo a tu llanta. 

4. Aplica líquido sellante

Aquí puedes proceder de dos maneras:

• Después de acomodarlo con tus manos, puedes inflar el neumático para que los lados se asienten correctamente, sin aplicar el líquido en un primer momento. Luego, vuelve a desinflarlo y ahora sí, añade el líquido sellante a través del obús, es decir, la parte desmontable de la válvula. Para hacerlo aún más fácil, puedes ayudarte con una jeringuilla. Una vez que hayas terminado de verter el líquido, cierra la válvula, infla la rueda con la presión deseada y hazla girar para esparcir todo el sellante en el interior del neumático.
• Si no puedes extraer esta parte desmontable de la válvula, puedes montar ⅔ del talón del neumático en la llanta y, una vez montado, añadir el líquido sellante a través del orificio del neumático, según la cantidad recomendada. Si es este el método que utilizas, recuerda mantener la sección no montada de la rueda en la parte superior, para que el sellante fluya a través de la parte montada. Una vez listo, termina de montar la parte que quedaba del talón e infla el neumático. Introduce una cantidad generosa de aire, hasta que talones completamente la cubierta. Por último, gira la rueda. Así, el líquido se repartirá por toda su superficie. 

Una vez listo, solo quedaría adaptar la presión a tus gustos -o a la recomendada por el fabricante ¡Y ruedas tubelizadas! De este modo podrás rodar con una presión más baja que la que solías llevar con cámara de aire.

¿Aún no te ha quedado claro? No te preocupes si eres más visual: ¡puedes ver nuestro vídeo!

¡Y a rodar!

Siguiendo nuestros pasos, podrás empezar a rodar sin complicaciones. ¡Pero recuerda! Aunque el tubeless posee cantidad de ventajas, no está exento de mantenimiento. Eso quiere decir que tienes que seguir revisando la presión de tus ruedas y que, cada cierto tiempo, tendrás que cambiar el líquido sellante. La buena noticia es que con Tannus, a diferencia de otros inserts, tu protector no absorberá dicho líquido, quedándose siempre fresco para tapar los pinchazos.