¿Puede una bicicleta cambiar una vida?
La respuesta llega desde Palmarin, Senegal, donde Anne Marie de 12 años se levanta antes del amanecer para caminar durante horas para llegar puntual a su clase de las 8:00h. Al acabar el día de colegio, le esperan otros 12km de vuelta a casa. Podrá dormir unas pocas horas y, al día siguiente, vuelta a empezar. Mañana volverá a llegar agotada al anochecer. Sin energía. Sin poder estudiar. Sin tiempo para su hija. Sin opciones. Hasta que apareció Bicicletas sin Fronteras. Y llegó una bicicleta. Y luego otra. Y luego… Tannus.
Detrás de cada gran viaje, hay una buena historia. Y en este caso, hay también un neumático que nunca pincha. Hoy queremos contaros cómo comenzó y cómo ha evolucionado la colaboración entre Tannus y Bicicletas sin Fronteras (BSF). Una historia real, de personas, contada con orgullo y que va mucho más allá de la bicicleta: habla de oportunidades, de educación y de impacto social real.
Esto no va de números y cifras, esto va de Anne Marie y de Mustapha Seck, que lograron estudiar portugués y alemán en la Universidad. También de Abdou. Y de los más de 5.000 niños a los que Bicicletas sin Fronteras ha entregado una bici a día de hoy.
2012: El punto de partida
En Girona nace Bicicletas sin Fronteras, una asociación que apostó desde el principio por la bicicleta como herramienta de transformación social. Desde sus inicios, BSF se ha centrado en proyectos que usan la bici como medio para generar oportunidades. Uno de sus proyectos más importantes fue el de “Bicicletas para la educación”, desarrollado en Palmarin, Senegal, donde la necesidad era urgente: muchos niños y niñas caminan más de 10 km diarios para ir a clase. ¿La alternativa a andar? El bús, donde el precio de un viaje es el equivalente a un día entero del salario medio de un padre de família. Una opción inviable.
No hablamos solo de distancia: hablamos de fatiga, de sueño interrumpido, de ausencias y, sobre todo, de absentismo escolar y oportunidades perdidas. De imposibles.

2015: El problema es el camino, no la escuela
En 2015, BSF comenzó a actuar directamente en Palmarin. Descubrieron que el trayecto escolar era una barrera y derivaba en abandono y peores resultados académicos. Tenían clara la solución: darles una bicicleta. Pero no podía ser cualquier bicicleta. Las condiciones del terreno y la falta de recursos para mantenimiento hacían imprescindible un modelo que no fallara, que fuera robusto y sobre todo: que no pinchara.
2017: Entra en escena Tannus
En ese momento apareció Tannus. Fue el inicio de una colaboración que hoy sigue creciendo.
Una primera donación de 220 cubiertas antipinchazos. ¿El objetivo? Facilitar el acceso diario a la educación eliminando los obstáculos más frecuentes: los pinchazos. Con las cubiertas macizas Tannus Tires el resultado fue inmediato y medible.
Las cubiertas antipinchazos de Tannus redujeron significativamente el absentismo escolar al eliminar los problemas derivados de los pinchazos, facilitar el trayecto y reducir el tiempo y esfuerzo.
BICICLETAS = RESULTADOS ACADÉMICOS DE RÉCORD

En los dos años siguientes a la distribución de bicicletas equipadas con nuestras cubiertas, el instituto de Palmarin batió récords: el mayor porcentaje de aprobados en el BAC (acceso a la universidad) de toda la región de Fatick.
Y lo mejor: los alumnos dejaron de faltar a clase. Porque ya no había cansancio y trayectos de horas . Porque las bicis funcionaban. Porque los neumáticos Tannus funcionaban. No solo había más comodidad, también más tiempo y energía para estudiar. Más futuro.
Reduce absentismo escolar + Aumenta el tiempo de estudio = Mejora el rendimiento
Un agotador trayecto de horas se convirtió en un paseo de 20 minutos…
2018: Más cubiertas, más impacto
La relación no tardó en consolidarse, y fue creciendo de la mano.
Con 500 cubiertas más el proyecto fue más allá. Los mecánicos las montaban y se hacían suyas las bicis montando las cubiertas Tannus jugando con los colores de la bandera de Senegal. Además de sentimiento de pertenencia y comunidad, generaba beneficios tangibles y nuevos efectos positivos:
- Se crearon puestos de trabajo locales, algunos para mujeres (algo nada habitual).
- Mujeres de la comunidad participaron en el montaje de cubiertas.
- Se generaron ingresos adicionales en la zona.
- Se consolidó una red de mantenimiento y talleres.

El presidente de BSF Romà Boule, aseguraba que la colaboración con Tannus también activó el proyecto y atrajo nuevas alianzas: Decathlon, Fundación SEUR, y más entidades se unieron al proyecto.
2018: ¿Cómo funciona el proyecto “Bicicletas para la educación”?
Las bicicletas se entregan en el instituto al inicio de curso a los alumnos que lo hayan solicitado por una cuota anual de 9€. Con esto se costean reparaciones, mantenimiento y sueldo de los mecánicos. Al terminar las clases, a finales de junio, toda la flota vuelve al centro de gestión de Bicicletas sin Fronteras y se ponen a punto para el siguiente curso.

¿Qué criterios sigue “Bicicletas para la educación”? Un criterio fundamental es la distancia de su casa al centro, pero cada escuela estudia los casos de los alumnos para repartirlo de la forma más justa posible. Se encontraron casos de alumnos que vivían a más de 10km pero que no solicitaban la bici. ¿Por qué? Porque vivían al lado de la carretera nacional, muy transitada, y nunca tuvieron la oportunidad de aprender a ir en bici. Se activaron programas para enseñar a montar en bici. Una vez los alumnos más lejanos al centro están servidos, otro criterio es ayudar a los mejores estudiantes de cada clase, como recompensa e incentivo. La situación familiar de los alumnos también es determinante.
2019: Nace la Baobike: una bici única.
A veces, para hacer grandes cambios hace falta empezar de cero.
Hasta 2019 se reparaban y entregaban a los estudiantes bicicletas recuperadas o donadas: e-bikes, brompton, bicis de paseo… De todo tipo. Esta variedad dificulta la vida de la bici, reparaciones y la gestión. De ahí nació la BAOBIKE:
<<La bicicleta para la educación. Una bicicleta cambia la vida de quien la recibe. Reduce el tiempo y la energía destinadas a la movilidad, es sostenible, es libertad>>
Es futuro. La Baobike representa un paso adelante en el proyecto y una declaración de intenciones. Crear una bicicleta propia y montarla en Senegal. Junto con Momabikes y Tannus, BSF creó la Baobike, una bici pensada específicamente para Senegal. Nada de marchas, nada de piezas frágiles. Solo lo esencial, volviendo a la esencia de la bicicleta. Sencilla, robusta y con neumáticos antipinchazos Tannus Razorblade 26” en color lemon.
¿Por qué este modelo?
- Porque es ligero.
- Porque es duradero.
- Porque es estable tanto en asfalto como en caminos de grava.
Y sobre todo: porque no se pincha nunca. No necesita aire, ni cámara, ni mantenimiento. Justo lo que se necesita cuando cada trayecto importa y lo más importante es llegar.
Se estableció una pequeña fábrica de ensamblaje en Palmarin, creando empleo y formando a jóvenes locales en el montaje y mantenimiento de las bicicletas.

2020: Apadrinar una bici, apadrinar un futuro
En 2020, se lanzó el programa de apadrinamiento de Baobikes. Por solo 180 €, cualquier persona podía financiar la fabricación, ensamblaje, entrega y mantenimiento anual de una Baobike.
Ese dinero también ayudaba a crear infraestructuras: talleres, formación de mecánicos escolares y, sobre todo, la sostenibilidad del proyecto.
Los resultados fueron, otra vez, impresionantes:
- Los alumnos llegan puntuales.
- Llegan menos cansados.
- Mejora el rendimiento académico.
- Baja el absentismo escolar.
2020-2024: Cientos de bicicletas, cientos de historias.
2020 empezó con un objetivo: entregar más de 500 bicicletas equipadas con Tannus Tires. En junio, ya habían llegado 400 baobikes a Palmarin, a pesar de la pandemia. Y el número sigue creciendo.
Solo en 2023 BsF entregó 412 nuevas bicicletas para seguir sumando fuerza al proyecto, a los que se siguen sumando hangares, talleres y mecánicos formados. No solo mejora el acceso a la educación: transforma comunidades. Desde la creación de empleo local, hasta la capacitación técnica, pasando por el empoderamiento de mujeres y el desarrollo sostenible.
Pero 412 bicicletas no es sólo un número. Son 412 niños y niñas, con nombres y apellidos, que gracias a una bicicleta tienen más aspiraciones y facilidades.

2023: LA BAOBIKE EN SEA OTTER EUROPE
El proyecto sigue creciendo y, de la mano de Tannus, la Baobike llega a una de las ferias ciclistas más grandes de Europa: Sea Otter en Girona. La baobike se presentó en un evento multitudinario y fueron muchos los visitantes que se acercaron para poder conocer de primera mano las características de la Baobike. Una presentación que fue todo un éxito.

ALGUNOS DATOS A DÍA DE HOY
Ya hemos dicho que esto no va de números, sino de vidas y de futuro. Sin embargo, algunos datos nos pueden ayudar a tomar consciencia de la magnitud y el impacto del proyecto:
- 9200 alumnos se han beneficiado del programa Bicicletas para la Educación
- Con más de 2350 bicicletas entregadas en Senegal
- Con +90 minutos de tiempo diario ahorrado
- 6km de distancia media de casa a la escuela
- 5 veces más energía en los alumnos, ahorrada gracias a la bicicleta
- Del 31% al 57%: porcentage de acceso a la Universidad
- 16 años es la edad media de los alumnos con bicicleta. 43% niñas y 57% niños
2025: Y AHORA… ¿QUÉ?
El proyecto sigue avanzando, y tú puedes seguir apoyándolo. Recientemente, Ciclosfera y BsF se han propuesto el reto de entregar 20 Baobikes más este año a Senegal.
Hace ya más de 6 años de la primera Baobike, así que, quién sabe si tendremos alguna novedad más pronto que tarde… Lo que es seguro es que Tannus seguirá pedaleando junto a Bicicletas sin Fronteras. Porque una bicicleta cambia vidas. Y una bicicleta que nunca pincha, lo hace aún más.
¿TE ACUERDAS DE ANNE MARIE?
Este proyecto no solo cambió su vida. También la de su hija y toda su família. Siendo madre a los 16 años, le hubiera sido imposible continuar con sus estudios teniendo que recorrer las largas caminatas diarias, ya que no se podía hacer cargo de su hija, y se veía obligada a abandonar los estudios. Con la bici que se le entregó, su madre podía ocuparse de su nieta durante las horas de colegio, y Anne Marie dedicaba menos de 1hora diaria en transporte. Esto permitió poder compaginar los estudios y cuidar de la pequeña Angélique.
Nunca llego tarde y terminó sus estudios en la Universidad de Dakar, y ahora forma parte de manera activa del proyecto BSF, y se ha convertido en un pilar fundamental del proyecto. Así que una sola bici no cambió su vida, sino la de su hija, toda su família y la de muchos otros niños y niñas que se benefician del proyecto que se sustenta gracias a personas como Anne Marie.

¿Puede una bici cambiar una vida?
La respuesta ya la tienes clara.
